A los seis meses
- 4 tomas de pecho o biberón.
- 1 comida compuesta por una papilla a base de cereales (arroz, maíz o tapioca), con leche o con caldo de verdura (con una cucharadita o dos de aceite de oliva virgen.
A los siete meses
- 3 tomas de pecho o biberón.
- 1 puré de verdura con carne, alternada con queso (de vaca o de oveja) y con pescado de distintos tipos (a partir de los ocho meses).
A los nueve meses
- 2 tomas de pecho o biberón, una en el desayuno y otra en la merienda.
- 2 purés de verduras en los que se puede empezar a añadir huevo, sólo la yema y bien cocida.
A los 12 meses
- 1 taza de leche o un yogur con cereales o galletas para desayunar.
- Puré de verdura con carne o pescado. Leche o un derivado.
- 1 fruta y leche o un derivado.
- Sopa o pasta (huevo dos o tres días a la semana). Fruta y lecho o un derivado. Debería tomarse un mínimo de medio litro de leche al día, en forma líquida o como un derivado (yogur, queso, etc).
Siempre se considera “mejor alimentado” el niño que come “un poco de todo” que aquél que se sacia con un abundante primer plato y deja de comer los otros alimentos. Demos a los niños la satisfacción de acabarse pequeños platos en lugar de ver cómo cierran la boca porque están llenos.
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